Para mí es una versión sofisticada de aquellos espejos curvos con los que hace años nos divertíamos en las ferias de pueblo.
Y también me parece una buena analogía de cómo una misma realidad se puede ver de formas diferentes; depende más de la posición del observador que del objeto de observación en sí. En cualquier caso, siempre tenemos una visión más o menos distorsionada.
Así que voy a permitirme jugar con la Cloud Gate acercando y alejando hacia ella la situación actual de la RSE.
¿Qué es lo que veo desde lejos? En principio, las imágenes son prometedoras: en España se ha puesto en marcha el Código de Buen Gobierno, el Papa ha aportado su parecer, las Naciones Unidas nos han brindado el Acuerdo de París, Forética ofrece datos sobre los avances de la ciudadanía consciente, RobecoSam pone de relieve los avances de las empresas españolas en materia de sostenibilidad…
Me parecen distorsionadas porque reflejan una realidad parcial, en esencia actividades que llevan a cabo generalmente las grandes empresas y colectivos con poder de decisión y presupuestos generosos. No se percibe actividad de pymes (la inmensa mayoría de nuestro tejido industrial) o la actividad existe pero no se recoge para reconocimiento de las empresas activas en este ámbito y ejemplo para las demás.
¿Qué es lo que veo desde cerca? También veo las imágenes distorsionadas porque carezco de datos estadísticamente significativos y además no son tan prometedoras, al menos al primer vistazo: echo en falta más datos y más énfasis en los avances relacionados con la gestión del capital humano. Doy por supuesto que las personas son la esencia de la empresa, sin las cuales dicha empresa jamás conseguirá sus objetivos. Si eso es así, ¿qué avances se están consiguiendo en este ámbito?
Me gustaría conocer avances de las pymes en
Si me separo un poco de la Cloud Gate me parece que tenemos aún un gran trecho a recorrer para mejorar la situación del partícipe "empleados". Esperemos que 2016 dé a nuestras pymes más oportunidades de aportar mejoras, porque lo serán no solo para los empleados sino para la empresa y, por consiguiente, también para la sociedad en general.