«La víctima de violencia de género debe sentir que está respaldada en su trabajo»

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

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Ángeles García promovió el protocolo para cubrir un vacío que había en el campo laboral. álvaro ballesteros< / span>

Presentó en Santiago un protocolo de prevención laboral que es pionero en Europa

11 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

La abogada Ángeles García, como auditora y experta en Derecho Laboral, asistió hace un año a un congreso en Málaga para desarrollar una ponencia sobre la perspectiva de género en el campo sociolaboral. «Allí estuve hablando con la presidenta del Observatorio Nacional contra la Violencia Doméstica, Ángeles Carmona, y de ahí surgió la idea de crear un protocolo de prevención contra la violencia de género en el lugar del trabajo, porque no existe nada en ese campo. Hay una ley integral de protección de las víctimas de violencia doméstica, pero se aplica cuando ya hay una sentencia, pero antes hay un período transitorio, cuando la mujer lo está sufriendo, en el que puede necesitar el apoyo de su empresa para saber qué derechos tiene. La víctima debe sentirse respaldada por su empresa, y para eso se hizo este protocolo».

En la elaboración del texto participaron de forma altruista, además de la propia promotora y coautora, Ángeles García, la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, magistrados de la jurisdicción social, inspectores de trabajo, especialistas en igualdad, el Consello Galego de Relacións Laborais y la Universidade de Vigo. Tras un año de trabajo, el texto está listo para que las empresas se adhieran a este protocolo y lo pongan en marcha. A tal fin, García Pérez participó ayer en una jornada en la Cámara de Comercio de Santiago en la que dio a conocer a los empresarios esta iniciativa que ha sido desarrollada en Galicia, será de aplicación nacional y es pionera en Europa. «En otros países han puesto en marcha otras iniciativas, pero un protocolo como este, no lo hay».

En realidad, se trata de una continuidad de lo que se acordó hace dos años en el Convenio de Estambul, que pretende trasladar a la ciudadanía una sensibilidad a favor de la violencia cero con las mujeres. «Uno de los grupos de ciudadanos más importantes son los trabajadores de una empresa, y ahí es donde se puede aplicar este protocolo, que pretende ayudar a la mujer siempre que haya indicios de que puede ser víctima de malos tratos».

Tanto las asociaciones empresariales o las relacionadas con el ámbito laboral como las grandes empresas han manifestado su intención de aplicar este texto que se va a presentar el 31 de mayo en Vigo y en A Coruña y el 2 de junio en Bilbao, a nivel nacional. El protocolo se adapta a tres modelos; el de las grandes empresas, negociado a través de los comités; el no negociado, con un texto básico, y otro más ambicioso con un anexo en el que se incluyen acciones de mejora. «Se trata de adelantar la tutela a los indicios; por ejemplo, con mejores condiciones laborales, adelantando el calendario de vacaciones si es necesario, conceder permisos retribuidos o que no se tengan en cuenta las faltas de asistencia de una víctima que está sufriendo violencia de género».

Si las empresas se adhieren al protocolo y lo publicitan, una mujer que se encuentra en esas circunstancias puede pedir ayuda. «Desde luego para ella va a ser importante, pierde el miedo a que la despidan y sabe que en su puesto de trabajo le van a entender». Pero ante todo, tiene que ser voluntario. Tanto el hecho de que la empresa se adhiera al protocolo como la decisión de la víctima de echar mano de este nuevo derecho que le asiste.

En todo caso, se trata de un paso más que se da a favor de una igualdad a la que Ángeles García reconoce que le faltan todavía muchos peldaños por subir. «Aunque la sensibilidad cambió, no hay igualdad en el puesto de trabajo porque hay un montón de estereotipos y cargas sociales sobre la mujer para que se sigan manteniendo los roles tradicionales. Más que un problema laboral, es un problema social».

El personaje. Ángeles García es abogada y delegada territorial en Galicia de la Asociación Española de Auditores Sociolaborales.

El protocolo. Pretende que la empresa actúe cuando hay indicios de que una mujer está siendo maltratada. Además de informar a la víctima, la apoya con medidas a su favor.